Por mi trabajo como periodista me llega información sobre un montón de temas. Pero cada vez que recibo un mail vinculado a gastronomía le presto especial atención y aprovecho para consultar si ofrecen opciones para celíacos. No solo me sirve para tener ese dato en caso de que la respuesta sea positiva sino también para recordarles que existimos y que estaría bueno que lo contemplen en caso de que  sea negativa.

No hice la excepción cuando me llegó la información de que ALMA Buenos Aires, el restaurant del Sofitel Recoleta, renovaba su carta con sabores otoñales. Y la respuesta me alegró el día (y otra noche posterior).
Me confirmaron que podía encontrar opciones tanto en entradas como en platos principales y postres, elaborados con productos certificados y todos los recaudos que la situación amerita. Y, muy amablemente, me invitaron a probar esas opciones.

La carta, efectivamente, tiene gran variedad de platos sin TACC. De lo salado -entradas y principales- les diría que es apta casi en su totalidad. Y tienen al menos una opción vegetariana también.

Para comenzar la velada se puede elegir entre Langostinos patagónicos con mousse de palta y pickles de estación; Provoleta criolla, peras al Malbec y cebolla encurtida; o Envuelto de acelga orgánica, vegetales grillados y salsa de pimientos norteños (foto), entre otros. Yo fui por unas Mollejas al Kamado, aceite verde y textura de limón que estaban espectaculares.

Para el principal elegí la Costilla de cordero patagónico con arvejas texturadas, cebolla quemada y fondo de cocción. Una delicia. Pero me costó decidirme. Había también T-Bone para compartir con papas crujientes a la provenzal, ensalada fresca de temporada y salsas argentinas (foto); Risotto de hongos patagónicos, azafrán norteño y queso 4 esquinas y Pesca del día, escamas de papa, vegetales orgánicos asados con reducción de echalote y lima, por mencionar algunos.

Como si lo hubieran pensado para mí, el postre libre de gluten que ofrecen es un Cheescake de café, chocolate y avellanas que es, por lejos, el que hubiera elegido. Y no me desilusionó para nada. Fue memorable.

Ideal para una noche especial -en mi caso aproveché para que mi hijo se quede a dormir en lo de la tía y disfrutamos de una cena a solas con mi marido- ALMA Buenos Aires ofrece un ambiente tranquilo y amable y una atención súper personalizada y cortés. De esos gustitos que hay que darse.

¿Dónde? Posadas 1232, Recoleta.