Jugaron con nuestros sentimientos cuando desde la cuenta de Instagram de La Tortillería anunciaron que cerraban su puesto del primer piso del Mercat Villa Crespo (Thames 747, CABA). Pensar en perder la única oferta gastronómica libre de gluten segura ahí dentro era trágico. Por privado, y en pos de la sorpresa que les darían a sus seguidores días después, me confesaron que efectivamente cerraban ese puesto pero para mudarse a uno más grande en la planta baja y poder crecer.

El posteo con el que casi nos rompen el corazón.

El jueves 5 de junio reabrieron entonces La Tortillería, ahora con la palabra Bodegón delante. Porque a la gran variedad de opciones del plato que le da nombre, le sumaron todo otro montón de cosas ricas: lomitos, bondiolas, milanesas y hamburguesas. “La idea de convertir La Tortilleria en el primer bodegón gluten free surgió de pasar horas y horas en el local charlando con los clientes. Ellos mismos nos cuentan recetas, nos dicen lo que más extrañan comer y nos proponen nuevos platos”, me contó Silvana Castillo, una de las dueñas. Atendiendo a esos comentarios, se dieron cuenta de que “la mayoría de las veces lo que más extrañan comer son los platos simples de la cultura argentina, una milanesa napo o una sánguche de lomito; son casi imposibles de encontrar para un celíaco”.

La degustación el día de la reinauguración.

La carta entonces se multiplicó -no así los precios, que siguen siendo súper amigables- y se completa con los también ya conocidos buñuelos y omelettes. “Si bien los productos sin TACC hoy por hoy son un poco más caros, nosotros apostamos a tener precios accesibles y platos abundantes para que todos puedan disfrutar una buena salida con amigos o familiares. Porque producimos la mayoría de nuestros productos y trabajamos con una cartera de proveedores muy comprometidos con los productos sin TACC”, me explicó Silvana, que tiene formación de pastelera profesional y chef plant based y a la que se le nota el amor por la gastronomía.

Quienes no conocían a La Tortillería de antes, deben saber que es un lugar 100% libre de gluten y que hacen unas tortillas españolas riquísimas con chorizo, morrón ahumado, jamón y muzzarella, provoleta o panceta y queso; o de espinaca y muzzarella o calabaza. Y como persona militante de la tortilla babé, diré que aunque no la venden con ese punto de cocción, por cuestiones bromatológicas atendibles, sí logran entregar un producto cocido pero para nada seco. ¡Un espectáculo!

 

A la carta actual les gustaría sumar, a futuro, algunas pastas caseras. Las opciones para seguir creciendo son infinitas y el rumbo, uno solo: un bodegón con comida rica, a buen precio y en el que, además, pueda comer cualquier celíaco. “Un local inclusivo a la inversa”, plantea Silvana: “podes venir a comer la mejor milanesa napo a caballo de tu vida, no importa si no sos celíaco!”.