Cata virtual de chocolate sin TACC
Desde hace 4 años Mamuschka ofrece productos libres de gluten. Gracias a eso, y a la invitación que me hicieron, pude participar de la primera cata virtual que la empresa realizó esta semana para degustar 12 nuevos productos.
El evento tuvo como protagonista a Juan Carlos Carzalo, dueño de la chocolatería con tres décadas de historia, quien nos guió en el proceso de elaboración que comienza con la selección de los granos de cacao, continúa con la fermentación y el tostado -lo que le va dando el sabor a chocolate que conocemos- y finaliza con una sonrisa en nuestras caras =)
La tableta de chocolate 70% cacao Quoriwormi de Perú, con tonos más cítricos; la de chocolate 85% cacao Amazonía de Ecuador con almendras tostadas, cero ácido y con un sabor bien definido a cacao; el bombón de flan de mango y maracuyá, que complementan a la perfección en el paladar; el de capuchino, hecho con granos de café de Colombia y Brasil, además de avellanas y cacao; y el de coco y avellanas, que equilibra sabor y textura, fueron algunos de los highlights de la cata. Todos aptos para celíacos, claro.
“Sabíamos que era difícil la certificación pero trabajamos mucho tiempo con el Ministerio de Salud. Nos dieron todas las indicaciones, qué reformas teníamos que hacer en las fábricas y desde hace varios años tenemos el orgullo de que todos nuestros chocolates que vienen prearmados en fábrica son libres de gluten”, explicó Juan Carlos. La palabra clave es “prearmados”, o sea, los que vienen en cajas cerradas. Porque los chocolates que se venden en los locales, expuestos al aire libre en los mostradores, no obtienen la certificación.
“Hemos tenido que reformular algunos productos para hacerlos libres de gluten, como unas ostias para hacer turrones, por ejemplo”, recordó Juan Carlos. De hecho, cuando pensaron en el alfajor, ya lo hicieron considerando que la harina que debían utilizar tenía que ser sin gluten. La elegida fue la de almendras y los alfajores resultaron espectaculares. No lo digo yo (bueno, también), sino el mismísimo Christophe, que participó de la cata y dio su visto bueno. Si no los probaron aún, ¡a por ellos!