Las cervecerías que tanto se pusieron de moda en los últimos años, eran lugares por los que las personas con celiaquía pasábamos por la puerta y mirábamos con una mezcla de odio y melancolía. (Quiero desmentir públicamente haber hecho berrinches en pleno Palermo).

La cerveza que el común de los mortales bebe, se hace a base de cebada, una de las C del famoso TACC (trigo, avena, cebada y centeno). O sea: ¡DANGER, GLUTEN! Planazo para un celíaco que sus amigos pongan como punto de encuentro la cervecería de la esquina, ¿no? Spoiler alert: ¡No! Para colmo, además de tener que conformarse con una gaseosa o tomar ooootra vez Fernet, quien no puede ingerir gluten tampoco suele encontrar en esos lugares nada para comer. ¡Emocionante!

Pero alguien se avivó, así que atención con este dato: la cervecería Growlers convocó a Ale Temporini, cocinera especializada en comida apta, una especie de Obi Wan del mundo gluten free, para armar un menú sin TACC y asesorarse en las cuestiones de la contaminación cruzada y los cuidados que deben tener en cada local.

Empecemos por lo realmente importante: ¡venden cerveza y sidra libres de gluten!
Además, tienen comida: la Doble Smashed Burger con queso azul y rúcula -sí, con pan apto y riquísimo-, es un camino de ida. Se puede acompañar con papas fritas comunes o tuneadas (con huevos fritos, queso cheddar, verdeo). También hay una provoleta grillada con sésamo tostado y rúcula que es la perdición.

Con sucursales en Palermo, Recoleta, Belgrano y Caballito, Growlers es una gran opción para hacer esa juntada con los del laburo en la que la única preocupación sea a quién le toca ser el conductor designado.
¡Tomen nota y pasen el dato!