Muchas veces escuchamos al pasar cosas como: “cada vez hay más celíacos, ¿no?”, “a mí también me hicieron estudios y al final no soy” o “yo también dejé las harinas y me siento mucho mejor”.

Esos son algunos de las decenas de comentarios que las personas diagnosticadas recibimos en cualquier conversación de ascensor. Además de escuchar un montón de afirmaciones erradas, nos encontramos también con mitos y prejuicios provenientes de fuentes dudosas o incluso de profesionales de la salud no especializados en el tema. Y a medida que aparecen nuevos productos -algunos a base de avena o cebada, por ejemplo, poniendo en jaque a la famosa sigla “sin TACC” con la que nos educaron-, empieza a tomar cada vez más relevancia la famosa evidencia científica.

¿Hay cada vez más celíacos? ¿Por qué?

¿Es más sana una alimentación sin gluten?

¿Cambió la manera en la que el ser humano tolera determinados alimentos?

¿Podemos los celíacos ingerir avena o no?

Sin investigación científica no hay respuestas posibles. Y sin profesionales de la salud actualizados, tampoco. Por eso es de vital importancia que se realicen eventos como el 1º Simposio Latinoamericano de Enfermedad Celíaca, que se llevará a cabo el próximo 20 y 21 de noviembre en la Ciudad de Buenos Aires, que pretende impulsar investigaciones vinculadas a esta enfermedad y capacitar a quienes nos reciben en sus consultorios.

Paz Temprano es Licenciada en Nutrición experta en Enfermedad Celíaca y Trastornos Relacionados al Trigo. Trabaja en el prestigioso Hospital de Gastroenterologia Bonorino Udaondo y es muy activa en sus redes sociales llevando claridad a sus seguidores. Además forma parte del comité organizador del Simposio impulsado por la Sociedad Latinoamericana para el Estudio de la Enfermedad Celíaca, creado este año, y que tiene como presidente a Fernando Chirdo.

“El objetivo de este simposio es poder actualizar a los gastroenterólogos generales, a los clínicos, a los nutricionistas. Hay un programa muy amplio que lo que hace es ir desde la epidemiología de la enfermedad celíaca (EC), el diagnóstico, la genética, el tratamiento, los posibles nuevos tratamientos farmacéuticos. Y dentro de este simposio se le dio un rol muy importante a la nutrición por lo cual se generó un evento satélite nutricional donde yo soy la directora en conjunto con Alejandra Parada, que es una nutricionista de Chile”, me explica Paz notablemente entusiasmada. 

El perfil nutricional pre y post dieta libre de gluten y el impacto en el metabolismo, el rol de los nutricionistas en la adherencia a la alimentación sin gluten, el impacto en la calidad de vida del celíaco, la persistencia de los síntomas, otras intolerancias alimentarias, el SIBO y los FODMAPs son algunos de los temas que se van a tratar.

-¿Qué son los famosos FODMAPs de los que tanto se habla últimamente?
-Son hidratos de carbono de cadena corta y de cadena media que pasan rápidamente por el intestino y son fermentados en el intestino delgado distal y en el colon. Y si tenemos una microbiota que está alterada genera síntomas como hinchazón, distensión, diarrea, constipación. Y los encontramos en alimentos que tienen lactosa, que tienen exceso de fructosa como puede ser un jugo de cartón; los encontramos en un vaso de leche común, en las legumbres, en el coliflor, repollo, ajo, cebolla, en algunas frutas. Pero ahí hay que remarcar que no es la fruta el problema, es el exceso de fruta. No es la manzana la culpable. Si bien nos traen información en la actualidad, confunden mucho a los pacientes y hacen que tengan restricciones innecesarias y eso afecta la microbiota y genera más síntomas. Los FODMAPs no son una dieta, son una herramienta; no son un tratamiento de primera línea y no son el tratamiento que le voy a dar a un celíaco al que le persisten los síntomas. Una de las charlas dentro del simposio va a ser sobre la persistencia de síntomas y qué rol tienen los FODMAPs. Otra va a ser sobre la composición nutricional de los productos libres de gluten, que hoy en día no son los mismos que teníamos hace 15 años. Hoy contamos con harinas de elevada calidad nutricional y aportan fibra, vitaminas, minerales y proteínas de origen vegetal que hacen que el alimento sin gluten pueda ser un alimento de calidad.

Paz Temprano

-Hasta hace algunos años no era lo que abundaba y eso se contraponía mucho con esa falsa idea que tienen los no celíacos de que nosotros comemos más sano, ¿no? 
-Totalmente. De hecho hay estudios de investigación que comparan la alimentación del celíaco y de la población no celíaca y la realidad es que las deficiencias de fibras, micronutrientes y el exceso de grasas y de valor calórico total es igual porque tiene que ver con una mala selección alimentaria, que la tiene el celíaco y el no celíaco. Yo creo que el celíaco hoy en día tiene mucha más posibilidad de alimentarse mejor porque está más cerca de conocer las harinas de legumbres, de sorgo, trigo sarraceno, de las harinas de almendras; y el no celíaco tiene como sinónimo “harina=trigo”.

-En lo personal el diagnóstico me hizo ampliar mi alimentación hacia frutas, verduras u otras comidas que antes, tal vez por prejuicios incluso infantiles, no comía.
-Claro pero lo que vos decís es lo que debería pasar y no es lo que pasa. Porque al momento del diagnóstico uno ve cómo van hacia todo lo que son productos a base de harinas. Al celíaco se lo diagnostica y sale al mundo solo y no puede salir al mundo solo. Primero por una cuestión emocional. Segundo por una cuestión de educación. Porque no es sacar trigo, avena, cebada y centeno y sacar las trazas; tiene que ver con que la palatabilidad de los productos es diferente y que hay una transición. Si vos estás comiendo un pan con trigo hoy y yo te digo que sos celíaca y vas y compras la premezcla y te haces tu pan el primer día, lo vas a revolear y vas a dejar la dieta libre de gluten. Entonces ahí es donde los profesionales tenemos que hacer esa transición para evitar la primera frustración.

-Mencionaste lo emocional y es un tema históricamente algo minimizado en este diagnóstico. ¿Se hablará de eso en el simposio?
-Sí, habrá una charla específica de Cristian Costas, que es un dietista español que trabaja y se formó en Sheffield; y él va a hablar de calidad de vida y alimentación sin gluten. También va a estar Melinda Denis, que es una dietista de muchísimos años de experiencia de Harvard, dando la charla “¿Afecta la dieta libre de gluten la calidad de vida de los pacientes?”. Y Fabiana Singone, gastroenteróloga italiana, que va a hablar de los aspectos psicológicos y sociales de la alimentación sin gluten. Todo lo que es calidad de vida está abordado en el simposio desde diferentes lugares, desde el efecto de la dieta libre de gluten, el seguimiento, cómo impacta el diagnóstico y el seguimiento de los dietistas y cómo impacta psicológicamente desde la gastroenterología.

-¿En qué puntos ustedes sentían que necesitaban focalizar? ¿En qué cosas viene fallando la comunidad médica en relación a la enfermedad celíaca?
-Diagnóstico. Hay un subdiagnóstico y un sobrediagnóstico. ¿Por qué digo sobrediagnóstico? Porque muchas personas tienen síntomas intestinales, se hacen anticuerpos, les dan negativos, se hacen la biopsia y tienen helicobacter pylori, que es una bacteria que a veces aparece en el estómago y que genera un Marsh 1. Entonces te llega el paciente con anticuerpos negativos, con el Marsh 1 -que es un aumento de linfocitos intraepiteliales generada por helicobacter pylori, que hasta puede generar atrofia-, entonces ahí tenemos un montón de pacientes supuestamente celíacos que en realidad no lo son. Y por el otro lado hay un subdiagnóstico. Porque yo tengo muchas personas que comen, se hinchan, lo relacionan con las harinas, dejan las harinas, van al gastroenterólogo, les hacen los anticuerpos, dan negativos y le dicen “no sos celíaca, sos intolerante al gluten”; que tampoco existe la intolerancia al gluten, existe la intolerancia al trigo. Pero nadie le preguntó si para hacerse ese estudio estaba o no consumiendo gluten. Entonces ahí estoy perdiendo un montón de celíacos que van a estar expuestos a la contaminación cruzada, a consumir gluten y que dentro de 20 años tal vez debuten con una complicación. Esos dos focos de cómo hacer un diagnóstico correcto es uno de los objetivos principales. 

-¿Por qué se eligió Buenos Aires como sede de este primer Simposio Latinoamericano? ¿Cuál es la situación de Argentina en relación a otros países de la región en cuanto a los conocimientos que se tiene sobre enfermedad celíaca?
-Se eligió a Argentina porque los mayores referentes de Latinoamérica son argentinos, tanto gastroenterólogos, como genetistas y nutricionistas. Y asociado a cómo estamos respecto de otros países estamos muy avanzados. Nosotros contamos con organismos públicos que analizan los alimentos libres de gluten y hay muchos países que no tienen organismos públicos, es el propio comerciante el que dice si el producto contiene o no gluten. Hay países donde no tienen ley de enfermedad celíaca. De hecho, saliendo de Latinoamérica, Canadá hoy no tiene ley. Nosotros, además, tenemos un código alimentario propio, que no es menor. Por suerte tenemos a la Asociación Celíaca Argentina, en otros países hay múltiples asociaciones que en vez de focalizar en la ayuda del celíaco tienen rivalidades.  Todo eso ya nos hace estar primeros en Latinoamérica. Y la calidad de profesionales y las investigaciones que se realizan en Argentina dieron más motivos.

Para más información sobre el 1º Simposio Latinoamericano de Enfermedad Celíaca ingresar a https://simposio.lasscd.com/