En un hecho histórico para la ciudad de Viedma, en 2023 su Paseo Gastronómico de la Costanera sumó un foodtruck sin gluten y casi un año después este mismo fue reconocido con el Premio Joven Emprendedor Rionegrino organizado por la Cámara de Comercio de Viedma. 

Se trata de Antonia sin TACC, un carro que nació de la mano de Cristina y Esteban Otermin, dos hermanos que por una necesidad personal entendieron que había una carencia colectiva e hicieron algo al respecto. “Es un proyecto familiar, vimos la necesidad que había de contar con un espacio que sea exclusivamente libre de gluten, que acá en la ciudad de Viedma no teníamos. El nombre Antonia es por mi sobrina, la hija más chiquita de mi hermano, que es celíaca. La diagnosticaron a los 2 años, ahora tiene 7”, me cuenta Cristina. Ella fue la que el viernes 11 de octubre subió al escenario para recibir, primero, el premio Iniciativa Emprendedora y, luego, entre los ganadores de las ocho categorías, alzaron el premio mayor, el de Joven Emprendedor Rionegrino.

Esteban y Cristina Otermin, creadores de Antonia sin TACC

 

Con Esteban tenían el proyecto en mente hace dos años pero se encontraron con algunas burocracias para que les dieran el espacio; se hablaba de dificultades en la infraestructura, que no podía exceder cierta cantidad de carros. Pero ellos insistieron hasta que lograron su objetivo. “El Paseo está desde antes de la pandemia en ese lugar. Recién el año pasado nos habilitaron para que podamos entrar estos dos carros libres de gluten”, me explica refiriéndose al suyo y a uno de Guapaletas. “Está en plena costanera de Viedma, que es el lugar donde todos salen a pasear, a tomar mate. Y las personas con celiaquía tenían que volverse a la casa o llevarse el tupper porque no tenían dónde comer. Y peleamos por ese espacio para que puedan disfrutar, vivir la experiencia de comer en los carritos”. 

Desde diciembre de 2023, Antonia sin TACC es la opción para celíacos viedmenses y visitantes. El Parque Gastronómico está abierto todos los días en temporada y hasta Semana Santa. “Después, como empieza a bajar la temperatura y el público de nuestro carro es tan acotado, ya no se justificaba estar todos los días abiertos, así que empezamos a abrir únicamente los fines de semana durante la temporada de invierno. Pero en temporada estival estamos todos los días”, me explica Cris.

-¿Cómo es la oferta gastronómica sin TACC en Viedma?
-Sin TACC exclusivo para salir a comer afuera somos los únicos. Después hay una rotisería y un almacén que ahora incorporó cafetería pero es muy poquito. Y la oferta gastronómica, que después de la Ley se supone que tienen que tener al menos una opción libre de gluten, no se está cumpliendo. O es feo porque es congelado y te lo calientan mal o no tenés la seguridad de que no haya contaminación cruzada. Todavía falta mucho pero se está avanzando un montón en estos últimos años. Nos han llamado para dar charlas, que nosotros lo hacemos desde nuestra experiencia y los cursos que hemos hecho con la Asociación Celíaca Argentina. Fuimos a una escuela de gastronomía a dar charlas, a contar nuestra experiencia. Porque la idea de nosotros en ningún momento fue la parte económica, no lo vimos como una salida laboral porque, de hecho, tenemos nuestras profesiones por fuera, no somos gastronómicos. Pero para el Día de la Celiaquía en mayo organizamos todo un evento, una movida re importante porque es la primera vez que se conmemoraba el día acá y estuvo buenísimo para visibilizar, para que la gente pueda tomar conciencia. Sobre todo de la parte social que por ahí es lo que más cuesta.La verdad es que la gente nos recibió recontra bien, súper contentos, siempre incentivándonos a que sigamos, a que mejoremos. Porque al no ser gastronómicos empezamos con un menú súper acotado: papas fritas y hamburguesa clásica, porque no nos queríamos volver locos en querer abarcar no teniendo experiencia. Y ahora ya incorporamos pizzas, postres, las papas Antonia que son el furor, son papas cheddar, provolone, huevo, cebollita de verdeo, están buenísimas.

-¿Cómo se enteraron de la existencia del premio?
-Esto lo organiza la Federación de Emprendedores con la CAME, la Confederación Argentina de Mediana Empresa. Este fue el de la provincia y después se elige a nivel nacional. Hace dos años que sabíamos del premio, somos tres hermanos y mi hermana se había presentado con su emprendimiento. Y es hasta los 40 años y yo tengo 38, así que era el último año que iba a poder participar, el año que viene iba a estar muy jugada. Y nos presentamos en la categoría Iniciativa Emprendedora. Este año eran 8 categorías y de esos 8 finalistas eligieron el de Oro, que es el que ganamos. Fue una sorpresa porque los años anteriores quienes venían ganando eran los proyectos tecnológicos, los que tienen proyección internacional. Y lo nuestro es algo super local. Pero vieron lo que era la inclusión, el peso que tenía en la sociedad un proyecto como este y se destacó eso; la repercusión que tenía en la sociedad, eso se tuvo todo en cuenta.

-¿Y qué ganaron además del reconocimiento?
-Este era el primer año que un ente privado auspiciaba y este año fue el Banco Santander y donaba 1 millón de pesos. Tenemos una lista interminable de cosas en las que queremos invertir. Si bien este año fuimos invirtiendo en cosas para adentro del carro, como un horno nuevo, lo vamos a invertir en ver cómo podemos seguir creciendo y mejorando nuestro servicio.

-¿Sueñan con otro carro?
-Sí, algo de eso. Nuestro objetivo es poner un restaurante, eso sería tremendo. Pero estamos bastante lejos (risas). Vamos a ver qué se puede.

La pequeña Antonia, quien da nombre al foodtruck